Según un artículo publicado por Desirée Jaimovich (djaimovich@infobae.com), del medio digital INFOBAE, (8 de Abril de 2019) indica que el uso de internet a nivel mundial representa el 51,2%, siendo los países del primer mundo, donde cuatro de cada cinco personas tienen acceso a la web. Por el contrario, en las naciones en desarrollo, sólo el 45% de las personas está online, según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU por sus siglas en inglés).

Como se ve, en algunos países todavía queda mucho por hacer, y llevar internet a esos sitios que están desconectados o relegados es el objetivo de algunas de las compañías de tecnología más importantes del mundo. Y muchas creen que esto se podría hacer con constelaciones de pequeños satélites.

Esta necesidad ha puesto en marcha hoy día a grandes compañías, en una competencia mundial por lograr ser los primeros en obtener la mayor cobertura de comunicación en redes satelitales a lo largo y ancho del planeta, debido a que la tecnología satelital desempeña un papel crucial para mejorar la vida en la economía digital actual. Casi todas las industrias dependen de alguna manera de la tecnología de satélites – desde la agricultura hasta la banca y el transporte.

Las comunicaciones por satélite están en todas partes, pero con demasiada frecuencia siguen siendo invisibles para el público en general – Mario Maniewicz – Director, Oficina de Radiocomunicaciones, UIT


 Proyectos multimillonarios para llevar internet satelital a todo el mundo

Grandes empresas internacionales de servicios y productos, que poseen crecimiento económico constante año tras año, han demostrado un interés creciente por la tecnología satelital y en el futuro de la comunicación a nivel mundial. Dentro de estas empresas podemos desacatar a Amazon (CEO: Jeff Bezo) que presentó recientemente una solicitud ante la ITU (por sus siglas en inglés, Unión internacional de Telecomunicaciones), para llevar adelante lo que llama su proyecto Kuiper, que consiste en colocar 3.236 satélites en órbita baja con el objetivo de conectar al 95% de la población. Esto significa proveer internet a quienes está offline así como optimizar la conectividad en sitios donde el funcionamiento es deficiente.

La compañía Space X (CEO: Elon Musk) también va tras lo mismo, donde en marzo del año 2018, la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) aprobó la red de 4.425 satélites que presentó Musk con este objetivo. La idea es crear la constelación bautizada como Starlink, con satélites que deben utilizar frecuencias Ka (20/30 GHz) y Ku (11/14 GHz) para proveer banda ancha a nivel global a una velocidad máxima de hasta 1 Gbps. Este proyecto debería estar en pleno funcionamiento antes de 2024.

Facebook está trabajando en Athena, su proyecto de internet satelital. El objetivo es, como en los casos mencionados anteriormente, llevar banda ancha de buena calidad a zonas donde no hay acceso a internet, así como mejorar las prestaciones limitadas que hay en ciertas regiones. Entre muchos otros empresarios, consorcios y países a nivel mundial que están proyectando aceleradamente su presencia espacial en las comunicaciones a través de satélites LEO (por sus siglas en inglés, órbita baja terrestre), se considera que los primeros en estar presentes serán los que capturen más clientes, brindando soluciones, cumpliendo necesidades más prontamente y creando por ende más afinidad en la población. 

Casos de la comunicación satelital hoy día

La conectividad satelital proporciona redes de comunicación confiables para empresas y comunidades en todo el mundo, pero para aquellas ubicadas en lugares extremadamente remotos puede significar la diferencia entre permanecer conectados o estar completamente desconectados del resto del planeta.

No todas las empresas o industrias se pueden asentar en regiones altamente tecnificadas o ciudades con capacidad de conexión a internet o comunicaciones disponibles las 24 horas del día. Estos casos los podemos ver en la industria minera y agrícola de la mayoría de los países ya que su fuente de producción o explotación implica la permanencia en el lugar y por ende, realizar una inversión aislada o particular en telecomunicaciones sería un costo agregado a la inversión con consecuencias graves al producto final. Lo mismo sucede en el caso de las comunidades distanciadas de servicios como internet, telefonía, televisión, entre otros.

Por eso los asentamientos y regiones remotas dependen de la conectividad a internet por satélite para proporcionarles las comunicaciones necesarias, ya sea durante emergencias médicas y climáticas, comunicación con familiares, educación (en el caso de comunidades) y mejoras en la explotación, producción, distribución y comercialización (en el caso de las industrias y empresas), lo que permite un desarrollo coordinado y una conexión vital con funcionarios gubernamentales, 

Un salvavidas en los tiempos sin precedentes

La pandemia en curso ha causado trastornos en todo el mundo, lo que ha resultado en una gran dependencia de una conectividad confiable y sólida para que las personas continúen con su vida cotidiana. Para aquellos en áreas que cuentan con infraestructuras de conectividad sólidas, el acceso rápido y fácil a estas redes de comunicación probablemente se haya dado por sentado, pero para aquellos en asentamientos remotos, ha demostrado ser un salvavidas invaluable.

Cuando la pandemia de COVID-19 llegó a Perú y el gobierno impuso una estricta cuarentena a los pueblos indígenas para protegerlos, la conectividad a internet lograda a través de las comunicaciones por satélite se convirtió en la salvación de la comunidad. A medida que la pandemia continúe y la incertidumbre se acumule, la dependencia de estas redes será cada vez más importante. 

Áreas económicas de impacto por las redes satelitales hoy día

  • Área Médica: Los satélites ayudan a salvar vidas en situaciones de emergencia, aumentado la posibilidad de telemedicina a regiones aisladas, operaciones quirúrgicas asistidas por IIoT (por sus siglas en Inglés, Internet Industrial de las Cosas) a través de robots dirigidos a distancia o videollamadas de colegas para cooperar con procedimiento operatorios
  • Área Agrícola: Los satélites permiten la detección temprana de cambios climáticos, así como evaluación de suelos y extensiones de cultivos, aumentando la productividad de las cosechas y explotación controlada de suelos.
  • Área industrial: Exploración de terrenos para explorar recursos (mineros, petroleros, entre otros) mejorando los tiempos de medición de sustratos, superficies, relieves y capas terrestres.
  • Área comercial en general: el intercambio de información relacionada al negocio por vía digital confiable, rápida y económica. Se puede recibir pedidos, ordenes de despacho de mercancía, facturas de ventas, control de inventarios, monitorear transportes, entrenar personal, etc., todo gracias a la tecnología satelital

Todos estos aspectos serán esenciales a la hora de acelerar los avances en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, especialmente mediante innovaciones que puedan ofrecer soluciones más económicas para conectar a los que no están conectados y proporcionar mejores servicios. Los pequeños satélites, los satélites de alto rendimiento, los satélites con propulsión totalmente eléctrica y los satélites de órbita terrestre baja (LEO) se encuentran entre las innovaciones revolucionarias que permiten una gama de soluciones que van desde los servicios financieros digitales hasta la mejora de la atención sanitaria o las ciudades más inteligentes. 

El futuro de la tecnología satelital es hoy

La combinación de la potente capacidad del satélite con las plataformas de interconexión puede ser aprovechada para ofrecer soluciones de conectividad a los rincones de muy difícil acceso del planeta, pudiendo abrir nuevos puntos de intercambio y nuevas oportunidades de mercado para los usuarios conectados. Por ejemplo, el satélite tendrá un papel clave en el despliegue del 5G, puesto que puede sustituir a la fibra óptica para interconectar las diferentes torres para una transmisión rápida y de baja latencia en las zonas rurales y convertir al 5G en una red de redes.

En este entorno, toman especial importancia los IXP (por sus siglas en inglés, puntos de interconexión de Internet) que aportan soluciones de conectividad sin necesidad de realizar grandes despliegues. Estos nodos permiten conectar nuevas rutas a través de las redes que tienen enlazadas, especialmente en aquellos que están ubicados junto a los puntos de agregación de los cables submarinos, como el caso de las ciudades de Marsella, Nueva York o Lisboa, y permiten la creación de ‘hubs’ digitales, atrayendo a empresas tecnológicas innovadoras.

En todas partes del mundo, los sectores industriales y compañías están redefiniendo su actividad debido a la digitalización. A medida que se hacen más digitales, las empresas necesitan una nueva infraestructura de interconexión para sus nuevos servicios y las nuevas tecnologías como la IIoT, la Inteligencia Artificial y el 5G están aumentando el cambio en todas las compañías del mundo. Estos tres elementos disruptivos forman el “triángulo de interconexión digital” que marcará el avance de esta interconexión.

Esta interconexión es el presente y el futuro de internet, ya que ayuda a los operadores, redes de contenido y proveedores a estar en contacto directo con el usuario y ofrecer una latencia baja, que son demandas del consumidor actual derivadas del aumento en el uso de servicios streaming, las plataformas de vídeo bajo demanda y los videojuegos online.

En definitiva, el futuro de las redes satelitales se refleja en:

  • Más ancho de banda
  • Más disponibilidad
  • Más velocidad
  • Más alcance